Por Ana Teresa López de Llergo
Enero / 2011
Plácido Domingo, mundialmente conocido, cumple 70 años el 21 de enero de este 2011. Muchos artistas son también muy destacados en su profesión. Sin embargo, en este caso nos encontramos con una persona que luce una brillantísima carrera y, a la vez, tiene una vida personal equilibrada.
Aspecto poco común entre personas deslumbrantes, a quienes su público admira, muchas veces hasta la adulación. Y qué difícil es mantener la ecuanimidad cuando se llega a tales logros. Plácido nos enseña que sí es posible tener ese equilibrio.
No solamente luce hasta ahora su voz privilegiada, también ha mostrado sus dotes de director de orquesta, administrador y promotor de eventos originales. Posee un gran sentido de solidaridad ante los problemas sociales y, sobre todo, es descubridor e impulsor de valores jóvenes en el ámbito de la ópera.
Domingo marca un hito en la historia de la música porque en vez de mantener una aureola para él solo, con una enorme generosidad gusta de que otros también la tengan, y les ayuda.
Sus padres, Plácido Domingo y Pepita Embil, se movieron con soltura en el terreno de la zarzuela en el Madrid de los años 30. Plácido nació el 21 de enero de 1941. La familia se mudó a México cuando el niño tenía ocho años. Estudió en el Conservatorio de Música piano y dirección de orquesta. Allí descubrieron su privilegiada voz, primero como barítono y definitivamente como tenor.
En 1957, en Mérida, dio un concierto con su madre Pepita. Fue el preámbulo de una secuencia innumerable de eventos de gran calidad. En 1959, en Bellas Artes, se presentó "Mi bella dama" en la que Plácido tuvo un pequeño papel, además de fungir como asistente del director. En el concierto que se organizó por las fiestas navideñas, el año de 2009, al pie del Monumento de la Independencia, en el Paseo de la Reforma, hizo una fugaz mención de ese suceso. Habían pasado 50 años.
También en 1959, la misma compañía llevó a la escena "La viuda alegre". Ese mismo año tuvo una presentación en el Teatro Degollado, en Guadalajara, con "Rigoletto". Pero su debut importante lo vivió en Monterrey, el año de 1961, donde interpretó el Alfredo de "La Traviata". A continuación siguió un intenso e ininterrumpido trabajo.
Se incorporó a la Ópera Nacional de Israel en Tel Aviv, luego a la Ópera de Nueva York y debutó en el Metropolitan Opera House en 1968.
Ha cantado en la Scala de Milan, en la Ópera de Viena, en el Covent Garden, en Londres; en París, en San Francisco, en Chicago, en Washington, en Barcelona, en Los Ángeles, en Madrid, en los festivales de Salzburgo y un largo etcétera. Se mueve con dominio en el escenario e interpreta a sus personajes con pasión, sin embargo, cabe singularizar a Otelo y a Turandot.
Ha grabado multitud de discos y de videos de óperas completas, de conciertos de música clásica, semiclásica y popular. Cabe mencionar aquellos de los Tres Tenores, con Luciano Pavarotti y José Carreras.
Para descubrir e impulsar nuevos valores fundó Operalia, en 1993. El concurso ha tenido diversas sedes: París, México, Washington, Valencia, Austria, Alemania, y otros sitios. Este año se llevará a cabo entre el 18 y el 24 de julio en Moscú. En varios conciertos ha invitado a jóvenes cantantes y a muchos de ellos les ha acompañado en sus primeros pasos.
Como Director de Orquesta estuvo en la Exposición Mundial en Sevilla. Ha dirigido, entre varias orquestas, a la del Metropolitan Opera House, a la de Washington National Opera y a la de Los Angeles Opera.
Tiene múltiples reconocimientos, este año recibió uno en España. También se los han dado países como el Reino Unido, Estados Unidos, Francia e Italia.
Entre los múltiples actos de altruismo recordamos su apoyo en Tlaltelolco, después del terremoto del año de 1985. En 2006 ofreció un Concierto de gala a beneficio de los damnificados de Nueva Orleans. En 2007 dio un Concierto de caridad en beneficio de Darfur…
Es alentador comprobar que no hace falta recurrir al escándalo para ser una celebridad.
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