jueves, 30 de septiembre de 2010

Crisis cambia los hábitos de consumo de alimentos

Por: Antero Dks

octubre / 2010

 

La crisis económica ha creado una nueva relación entre el consumidor y los alimentos y bebidas que adquiere. Los consumidores poscrisis buscan más calidad por su dinero, no compran cosas que no sean indispensables, están preocupados por su salud y optan por ahorrar, aseguró Marcel Motta, gerente de Investigación de Euromonitor.

 

"En el 2008, el mundo sufrió una de las peores crisis de la historia. A pesar de ello, México, Francia, Brasil y China han tenido una recuperación rápida, pero Estados Unidos y Europa se quedaron estancados", dijo Motta durante su participación en Latin American Food Show 2010.

 

Antes de la crisis, en todo el mundo los consumidores gastaban más de la cuenta y compraban productos de segunda necesidad. "Por el contrario, con la crisis, algunas personas hasta perdieron sus hogares, ya que no pudieron pagar su hipoteca", destacó el especialista.

 

Relativa calma

 

Después de la debacle, en el 2009 aumentó la tasa de desempleo mundial y 239 millones de personas quedaron desocupadas. En consecuencia, los hábitos de consumo alimenticio obedecieron a la relación de empleo-ingreso-gasto.

 

Según Motta: "Las personas que tenían dinero compraban alimentos frescos. Si tenían un sobrante en sus ingresos, entonces compraban alimentos enlatados; en tercer nivel, alimentos congelados y si su ingreso era mayor compraban alimentos orgánicos. Durante la crisis, los consumidores modificaron sus hábitos y actualmente están regresando a los alimentos congelados, fríos y después enlatados".

 

Frente a este panorama, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) deben buscar oportunidades en la comida rápida, el servicio a domicilio y en la ampliación de la fecha de caducidad de los productos, al congelarlos o enlatarlos, recomendó Gabriel Pérez, director de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana (UP).

 

Crisis y oportunidad

 

"En México, durante el 2009, la crisis hizo que la economía cayera 6.5%, lo que obligó a la mujer a incorporarse al mercado laboral y a llevar más ingresos a la familia; el cambio de patrones de consumo fue inmediato en los hogares mexicanos", dijo Pérez.

 

Tras el cambio del roles, de ama de casa a mujer empleada o empleadora, los alimentos se dejaron de preparar en el hogar y la familia tuvo que comprar productos de fácil elaboración para cubrir esta necesidad, agregó el experto.

 

Añadió: "En un ciclo a la baja, la caída de las ventas en restaurantes y bares es inminente, los empleados prefieren llevar comida desde casa y comer fuera de la oficina. Sin embargo, las oportunidades para las Pymes se encuentran en la comida rápida, debido a la falta de tiempo que tienen cada vez más las mujeres mexicanas".

 

Pérez considera que actualmente los núcleos familiares están haciendo esfuerzos para reducir sus gastos y aumentar su liquidez. Recomienda a las Pymes prepararse con un plan de negocios, fortaleza organizacional y mercadotecnia para aprovechar las oportunidades de la crisis.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario