Verónica Cortés
¿Cómo es el mexicano hoy en día? Es una pregunta difícil de contestar: existen estereotipos que nos pintan con un gran sombrero; estudiosos que pretenden encapsularnos en un sólo perfil y por supuesto las opiniones que los ciudadanos tenemos sobre nosotros mismos...
¿Cómo es el mexicano hoy en día? Esta es una pregunta difícil de contestar: existen estereotipos que nos pintan con un sombrero grande y una cerveza a lado; están los estudiosos que pretenden encapsularnos en un sólo perfil y por supuesto no debemos olvidar las opiniones que los mismos ciudadanos tenemos acerca de nuestra nacionalidad.
Entonces, ¿cómo podría ser un mexicano si tomamos en cuenta todas estas variables? ¿Por qué no empezar diciendo lo que no es un mexicano?
Estereotipos
Los ciudadanos de nuestro país no van por las calles vestidos de charros, acompañados de un mariachi, tacos, chile y tequila. Tampoco usan trajes tradicionales de la región ni llevan los colores de la bandera en su vestimenta.
Hoy más que nunca vivimos en una sociedad globalizada, que nos hace acercarnos y parecernos más unos a otros alrededor del mundo. Y aunque no fuera así, los mexicanos no somos iguales, no sólo me refiero a la diferencia entre el campo y la ciudad, sino que cada una de las regiones de nuestro país alberga a diferentes tipos de ciudadanos que se preocupan por cuestiones diferentes y actúan de acuerdo a ellas. No es lo mismo alguien que vive en el norte, que en la capital o en el sur, incluso los acentos son diferentes.
Por ello no podemos pensar que todos los hombres son "El Santo", "Cantinflas" o "José Alfredo Jiménez" ni que todas las mujeres son "Adelitas". Éstos, son íconos que tal vez nos representan en otros países sin embargo eso no significa que seamos así. Tampoco quiere decir que no tengamos nada en común, pues de algún lugar salieron estos estereotipos, son parte de nuestra historia y de nuestra cultura.
Los estereotipos no sólo se refieren a la forma de vestir sino también a la forma de actuar de los mexicanos, por ejemplo se dice que somos "amigueros", cálidos, solidarios y alegres, pero también borrachos, desentendidos, flojos y groseros.
No todos tenemos estas características, puede haber gente que sí lo sea, pero es nuestro deber conservar y fomentar los rasgos buenos y eliminar los malos, no sólo por cómo nos vean como mexicanos, sino por que sólo de esta manera podremos pensar en una sociedad y un país mejor.
El perfil del mexicano
A lo largo de los años han existido diferentes académicos que han tratado de definir un perfil del mexicano, cada uno de ellos plantea una idea propia y es por esta razón que en muchas ocasiones no concuerdan en sus conclusiones.
Algunos de estos estudiosos son: Samuel Ramos con su ensayo "El perfil del hombre y la cultura mexicana" y Roger Bartra con su libro "La Jaula de la melancolía".
¿Qué es lo que nos dicen estos académicos?
Samuel Ramos asegura que el mexicano no es responsable de su carácter actual, ya que es el resultado de su pasado, pero sobre todo hace énfasis en el hecho de que el mexicano lleva consigo un sentimiento de inferioridad, que pretende disfrazar actuando de la forma contraria, es decir, como un "macho".
Pinta al mexicano como un ser susceptible, hipersensible, nervioso, prejuicioso, iracundo, violento, pasional, agresivo, guerrero, indiferente a los intereses colectivos y dueño de una desconfianza irracional.
Por su parte Roger Bartra, afirma que "el mexicano no tiene sentido, pero tiene sentimientos (...) la emoción del mexicano proviene del mestizaje entre violencia e impotencia. Por ello se supone que es agresivamente apasionado, aunque fácilmente se disuelve en ruegos y quejas."
¿Será que así somos los mexicanos? Puede que estas conclusiones sean certeras o puede que sean erróneas, eso no es lo más importante, sino las soluciones que puedan plantearse en este perfil que suena un tanto desalentador.
Para Ramos la solución está en conocernos a nosotros mismos, dejar de compararnos con otras culturas, para comenzar a hacerlo con la propia, con el propósito de superarnos; buscar esa "fórmula matemática" que reúna lo específico del carácter nacional con la universalidad de sus valores para no caer en el estereotipo y buscar una educación humanista.
Sin embargo, esta solución no deja de ser una opinión en un ensayo, al igual que en el apartado anterior, lo interesante sería quedarnos con las características y con las soluciones que consideremos correctas, fomentarlas para crecer y pulir los detalles que creamos nos afectan como sociedad.
Pero tal vez el apartado más importante no es cómo nos ven de acuerdo a los estereotipos o cómo nos analizan en un ensayo, sino cómo nos vemos a nosotros mismos, pues es aquí donde podremos darnos una idea de lo que es ser mexicano.
Soy mexicano
De acuerdo a los datos del Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, en México, somos 112 336 538 millones de habitantes, de los cuales el 51.2 por ciento son mujeres y el 48.8 por ciento son hombres. La edad mediana es de 26 años, lo que quiere decir que la mitad de la población es menor de esta edad.
Gracias a este censo podemos saber que de cada 100 personas de 12 años o más, 40 están casadas y 14 viven en unión libre. Al igual que de cada 100 personas, 83 son de religión católica –bueno, eso dicen--, una característica que ha distinguido al mexicano por su devoción (¿) a la Virgen de Guadalupe.
Por lo anterior, salir a las calles a preguntar ¿cómo es un mexicano? y ¿qué te hace sentir mexicano? es sólo una forma de acercarnos a la visión que los ciudadanos tienen de ellos mismos.
Es una mezcla de polos opuestos en donde podemos escuchar desde aquél que está orgulloso de vivir en este país, hasta aquellos que se dicen mexicanos sólo por el lugar en el que nacieron.
Hay mucha desilusión y descontento, sobre todo por el clima de violencia que estamos viviendo, por el hartazgo y la impotencia, sin embargo también hay esperanza, personas que reconocen en México un país solidario, capaz de unirse (¿) para enfrentar las adversidades.
Características positivas, características negativas, pero la mayoría concuerda en que el mexicano es un ser conformista. Basta de tener esta imagen de nosotros, dejemos de hacernos menos y de vernos mal, empecemos a cambiar las ideas negativas y comencemos a ser uno seriamente, no sólo pensando en ser patriotas o en celebrar algún triunfo en el deporte.
Por que ser mexicano no es gritar ¡Viva México!, no es "ponerse la verde" o brindar con tequila. Ser mexicano es recordar nuestras tradiciones, nuestras costumbres pero sobre todo nuestros valores. En estos tiempos difíciles unámonos, cambiando desde casa, con tu familia, con tus amigos, con tus conocidos, contigo mismo... demostremos al mundo y a nosotros mismos que ser mexicano es ser solidario.