lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Orgullosamente mexicano?




Verónica Cortés






¿Cómo es el mexicano hoy en día? Es una pregunta difícil de contestar: existen estereotipos que nos pintan con un gran sombrero; estudiosos que pretenden encapsularnos en un sólo perfil y por supuesto las opiniones que los ciudadanos tenemos sobre nosotros mismos...



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¿Cómo es el mexicano hoy en día? Esta es una pregunta difícil de contestar: existen estereotipos que nos pintan con un sombrero grande y una cerveza a lado; están los estudiosos que pretenden encapsularnos en un sólo perfil y por supuesto no debemos olvidar las opiniones que los mismos ciudadanos tenemos acerca de nuestra nacionalidad.



Entonces, ¿cómo podría ser un mexicano si tomamos en cuenta todas estas variables? ¿Por qué no empezar diciendo lo que no es un mexicano?




Estereotipos



Los ciudadanos de nuestro país no van por las calles vestidos de charros, acompañados de un mariachi, tacos, chile y tequila. Tampoco usan trajes tradicionales de la región ni llevan los colores de la bandera en su vestimenta.



Hoy más que nunca vivimos en una sociedad globalizada, que nos hace acercarnos y parecernos más unos a otros alrededor del mundo. Y aunque no fuera así, los mexicanos no somos iguales, no sólo me refiero a la diferencia entre el campo y la ciudad, sino que cada una de las regiones de nuestro país alberga a diferentes tipos de ciudadanos que se preocupan por cuestiones diferentes y actúan de acuerdo a ellas. No es lo mismo alguien que vive en el norte, que en la capital o en el sur, incluso los acentos son diferentes.



Por ello no podemos pensar que todos los hombres son "El Santo", "Cantinflas" o "José Alfredo Jiménez" ni que todas las mujeres son "Adelitas". Éstos, son íconos que tal vez nos representan en otros países sin embargo eso no significa que seamos así. Tampoco quiere decir que no tengamos nada en común, pues de algún lugar salieron estos estereotipos, son parte de nuestra historia y de nuestra cultura.



Los estereotipos no sólo se refieren a la forma de vestir sino también a la forma de actuar de los mexicanos, por ejemplo se dice que somos "amigueros", cálidos, solidarios y alegres, pero también borrachos, desentendidos, flojos y groseros.



No todos tenemos estas características, puede haber gente que sí lo sea, pero es nuestro deber conservar y fomentar los rasgos buenos y eliminar los malos, no sólo por cómo nos vean como mexicanos, sino por que sólo de esta manera podremos pensar en una sociedad y un país mejor.





El perfil del mexicano



A lo largo de los años han existido diferentes académicos que han tratado de definir un perfil del mexicano, cada uno de ellos plantea una idea propia y es por esta razón que en muchas ocasiones no concuerdan en sus conclusiones.



Algunos de estos estudiosos son: Samuel Ramos con su ensayo "El perfil del hombre y la cultura mexicana" y Roger Bartra con su libro "La Jaula de la melancolía".



¿Qué es lo que nos dicen estos académicos?



Samuel Ramos asegura que el mexicano no es responsable de su carácter actual, ya que es el resultado de su pasado, pero sobre todo hace énfasis en el hecho de que el mexicano lleva consigo un sentimiento de inferioridad, que pretende disfrazar actuando de la forma contraria, es decir, como un "macho".



Pinta al mexicano como un ser susceptible, hipersensible, nervioso, prejuicioso, iracundo, violento, pasional, agresivo, guerrero, indiferente a los intereses colectivos y dueño de una desconfianza irracional.



Por su parte Roger Bartra, afirma que "el mexicano no tiene sentido, pero tiene sentimientos (...) la emoción del mexicano proviene del mestizaje entre violencia e impotencia. Por ello se supone que es agresivamente apasionado, aunque fácilmente se disuelve en ruegos y quejas."



¿Será que así somos los mexicanos? Puede que estas conclusiones sean certeras o puede que sean erróneas, eso no es lo más importante, sino las soluciones que puedan plantearse en este perfil que suena un tanto desalentador.



Para Ramos la solución está en conocernos a nosotros mismos, dejar de compararnos con otras culturas, para comenzar a hacerlo con la propia, con el propósito de superarnos; buscar esa "fórmula matemática" que reúna lo específico del carácter nacional con la universalidad de sus valores para no caer en el estereotipo y buscar una educación humanista.



Sin embargo, esta solución no deja de ser una opinión en un ensayo, al igual que en el apartado anterior, lo interesante sería quedarnos con las características y con las soluciones que consideremos correctas, fomentarlas para crecer y pulir los detalles que creamos nos afectan como sociedad.



Pero tal vez el apartado más importante no es cómo nos ven de acuerdo a los estereotipos o cómo nos analizan en un ensayo, sino cómo nos vemos a nosotros mismos, pues es aquí donde podremos darnos una idea de lo que es ser mexicano.





Soy mexicano



De acuerdo a los datos del Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, en México, somos 112 336 538 millones de habitantes, de los cuales el 51.2 por ciento son mujeres y el 48.8 por ciento son hombres. La edad mediana es de 26 años, lo que quiere decir que la mitad de la población es menor de esta edad.



Gracias a este censo podemos saber que de cada 100 personas de 12 años o más, 40 están casadas y 14 viven en unión libre. Al igual que de cada 100 personas, 83 son de religión católica –bueno, eso dicen--, una característica que ha distinguido al mexicano por su devoción (¿) a la Virgen de Guadalupe.



Por lo anterior, salir a las calles a preguntar ¿cómo es un mexicano? y ¿qué te hace sentir mexicano? es sólo una forma de acercarnos a la visión que los ciudadanos tienen de ellos mismos.



Es una mezcla de polos opuestos en donde podemos escuchar desde aquél que está orgulloso de vivir en este país, hasta aquellos que se dicen mexicanos sólo por el lugar en el que nacieron.



Hay mucha desilusión y descontento, sobre todo por el clima de violencia que estamos viviendo, por el hartazgo y la impotencia, sin embargo también hay esperanza, personas que reconocen en México un país solidario, capaz de unirse (¿) para enfrentar las adversidades.



Características positivas, características negativas, pero la mayoría concuerda en que el mexicano es un ser conformista. Basta de tener esta imagen de nosotros, dejemos de hacernos menos y de vernos mal, empecemos a cambiar las ideas negativas y comencemos a ser uno seriamente, no sólo pensando en ser patriotas o en celebrar algún triunfo en el deporte.



Por que ser mexicano no es gritar ¡Viva México!, no es "ponerse la verde" o brindar con tequila. Ser mexicano es recordar nuestras tradiciones, nuestras costumbres pero sobre todo nuestros valores. En estos tiempos difíciles unámonos, cambiando desde casa, con tu familia, con tus amigos, con tus conocidos, contigo mismo... demostremos al mundo y a nosotros mismos que ser mexicano es ser solidario.




viernes, 23 de septiembre de 2011

Los diez puentes más terroríficos

FOTO N°1

FOTO N°2

FOYO N°3


FOTO N°4

FOTO N°5


FOTO N°6


FOTO N°7


FOTO N°8


FOPO N°9


FOTO N°10





Por Víctor Lenore




Tienen la función de ayudarnos a cruzar ríos, fosos o acantilados. Sin embargo, hay algunos que no son aptos para aprensivos: sólo cruzarlos se convierte en una aventura en sí misma. Aquí tienes el top diez del terror.




1. Aiguille du Midi Bridge (Francia).


Foto N°3



Es casi imposible que no te entre el vértigo. Este impresionante puente está situado en los Alpes franceses, concretamente cerca de la localidad de Chamoix. Para llegar hasta él tienes que coger un teleférico que sube a más de 3.000 metros de altura en veinte minutos. ¿La única ventaja de cruzarlo? Es corto (tiene solo 200 metros), así que puedes salir corriendo si te entra un ataque de pánico.





2. Royal Gorge Bridge (Colorado, EE.UU).


Foto N° 2



Es el puente colgante más alto del país. Se construyó en el año 1929, pero hasta 1982 no le colocaron unos cimientos para protegerlo del viento. Está a más de 280 metros de altura y situado sobre el río Arkansas.



3. Trift Suspension Bridge (Suiza).


Foto N°3


Cruzarlo nos asegura una descarga de adrenalina. Es un puente peatonal que se construyó en 2004 para poder acceder a una cabaña aislada por un glaciar situado en los Alpes suizos. La impresión es brutal, sobre todo hasta 2009, año en el que tuvieron el detalle de colocar un pasamanos. El puente está a 99 metros de altura.



4. Carrick-a-Rede Rope Bridge (Irlanda del Norte).


Foto N° 4


Lo primero: nadie se ha caído nunca por este puente. Sin embargo, muchos turistas deciden regresar a su destino en barco antes que volver a cruzar esta pasarela. La plataforma fue construida por unos pescadores que querían acceder a una pequeña isla para la pesca del salmón. Al principio, el puente era una simple tabla colgante, pero ante la curiosidad de los turistas las autoridades decidieron sustituirla por una construcción más estable y con dos pasamanos. Tiene 30 metros de altura.



5. Capilano Suspension Bridge (Canadá).


F0to N° 5


Originalmente construido en 1889, este puente colgante de tablones de cedro es muy estrecho e inestable. Eso sí, las vistas son impresionantes: la plataforma recorre un río en mitad de un bosque cerca de Vancouver. Si no eres miedica, espera hasta la próxima primavera: los visitantes podrán acceder al puente a través de una serie de pasarelas suspendidas que se unirán a un precipicio. Está a 70 metros de altura.



6. Mackinac Bridge (Michigan, Estados Unidos).


Foto N° 6


Muchos lugareños se ponen tan nerviosos que son incapaces de cruzarlo. Por eso, las autoridades de Michigan, en Estados Unidos, han puesto en marcha un servicio de conductores que te llevan el coche hasta el otro lado del puente. Qué detallazo.



7. Puente de Ojuela (México).


Foto N°7


Esta plataforma conduce a un pueblo fantasma, deshabitado por la extinción de su mina. Afortunadamente, ahora los cables de acero recubren este puente, pero cuando el ingeniero alemán Santiago Minhguin lo construyó sólo utilizó madera. Se sitúa a 100 metros de altura.



8. Chesapeake Bay Bridge (Maryland, Estados Unidos).

Foyo N°8


Con más 180 metros de altura, conecta la costa este y oeste de Maryland. Cruzar esta pasarela no es sencillo: las tormentas son muy frecuentes y la visibilidad es prácticamente nula. A veces los coches se tienen que parar en la mitad de la plataforma -de cinco kilómetros- y esperar que paren las lluvias.



9. Monkey Bridges (Vietnam).


Foto N°9


Se llama el puente de los monos porque tendrás que encorvarte como ellos si quieres cruzarlo. Están hechos de bambú y podrás encontrártelos si visitas el Delta del río Mekong.



10. Hussaini Hanging Bridge (Pakistán).


Foto N°10


Este puente sólo es apto para los más aventureros. No tiene ninguna estabilidad y


recorre el río Hunza, famoso por sus fuertes corrientes. Para más inri, mientras uno lo cruza, se encontrará con los restos del puente anterior: maderas rotas, cables colgando?.En 2010 se inundó, pero ya lo están levantando de nuevo.


























miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Orgullosamente mexicano?

Verónica Cortes

 

 

¿Cómo es el mexicano hoy en día? Esta es una pregunta difícil de contestar: existen estereotipos que nos pintan con un sombrero grande y una cerveza a lado; están los estudiosos que pretenden encapsularnos en un sólo perfil y por supuesto no debemos olvidar las opiniones que los mismos ciudadanos tenemos acerca de nuestra nacionalidad.

Entonces, ¿cómo podría ser un mexicano si tomamos en cuenta todas estas variables? ¿Por qué no empezar diciendo lo que no es un mexicano?

 

Estereotipos

Los ciudadanos de nuestro país no van por las calles vestidos de charros, acompañados de un mariachi, tacos, chile y tequila. Tampoco usan trajes tradicionales de la región ni llevan los colores de la bandera en su vestimenta.

Hoy más que nunca vivimos en una sociedad globalizada, que nos hace acercarnos y parecernos más unos a otros alrededor del mundo. Y aunque no fuera así, los mexicanos no somos iguales, no sólo me refiero a la diferencia entre el campo y la ciudad, sino que cada una de las regiones de nuestro país alberga a diferentes tipos de ciudadanos que se preocupan por cuestiones diferentes y actúan de acuerdo a ellas. No es lo mismo alguien que vive en el norte, que en la capital o en el sur, incluso los acentos son diferentes.

Por ello no podemos pensar que todos los hombres son "El Santo", "Cantinflas" o "José Alfredo Jiménez" ni que todas las mujeres son "Adelitas". Éstos, son íconos que tal vez nos representan en otros países sin embargo eso no significa que seamos así. Tampoco quiere decir que no tengamos nada en común, pues de algún lugar salieron estos estereotipos, son parte de nuestra historia y de nuestra cultura.

Los estereotipos no sólo se refieren a la forma de vestir sino también a la forma de actuar de los mexicanos, por ejemplo se dice que somos "amigueros", cálidos, solidarios y alegres, pero también borrachos, desentendidos, flojos y groseros.

No todos tenemos estas características, puede haber gente que sí lo sea, pero es nuestro deber conservar y fomentar los rasgos buenos y eliminar los malos, no sólo por cómo nos vean como mexicanos, sino por que sólo de esta manera podremos pensar en una sociedad y un país mejor.

 

El perfil del mexicano

A lo largo de los años han existido diferentes académicos que han tratado de definir un perfil del mexicano, cada uno de ellos plantea una idea propia y es por esta razón que en muchas ocasiones no concuerdan en sus conclusiones.

Algunos de estos estudiosos son: Samuel Ramos con su ensayo "El perfil del hombre y la cultura mexicana" y Roger Bartra con su libro "La Jaula de la melancolía".

¿Qué es lo que nos dicen estos académicos?

Samuel Ramos asegura que el mexicano no es responsable de su carácter actual, ya que es el resultado de su pasado, pero sobre todo hace énfasis en el hecho de que el mexicano lleva consigo un sentimiento de inferioridad, que pretende disfrazar actuando de la forma contraria, es decir, como un "macho".

Pinta al mexicano como un ser susceptible, hipersensible, nervioso, prejuicioso, iracundo, violento, pasional, agresivo, guerrero, indiferente a los intereses colectivos y dueño de una desconfianza irracional.

Por su parte Roger Bartra, afirma que "el mexicano no tiene sentido, pero tiene sentimientos (...) la emoción del mexicano proviene del mestizaje entre violencia e impotencia. Por ello se supone que es agresivamente apasionado, aunque fácilmente se disuelve en ruegos y quejas."

¿Será que así somos los mexicanos? Puede que estas conclusiones sean certeras o puede que sean erróneas, eso no es lo más importante, sino las soluciones que puedan plantearse en este perfil que suena un tanto desalentador.

Para Ramos la solución está en conocernos a nosotros mismos, dejar de compararnos con otras culturas, para comenzar a hacerlo con la propia, con el propósito de superarnos; buscar esa "fórmula matemática" que reúna lo específico del carácter nacional con la universalidad de sus valores para no caer en el estereotipo y buscar una educación humanista.

Sin embargo, esta solución no deja de ser una opinión en un ensayo, al igual que en el apartado anterior, lo interesante sería quedarnos con las características y con las soluciones que consideremos correctas, fomentarlas para crecer y pulir los detalles que creamos nos afectan como sociedad.

Pero tal vez el apartado más importante no es cómo nos ven de acuerdo a los estereotipos o cómo nos analizan en un ensayo, sino cómo nos vemos a nosotros mismos, pues es aquí donde podremos darnos una idea de lo que es ser mexicano.

 

Soy mexicano

De acuerdo a los datos del Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, en México, somos 112 336 538 millones de habitantes, de los cuales el 51.2 por ciento son mujeres y el 48.8 por ciento son hombres. La edad mediana es de 26 años, lo que quiere decir que la mitad de la población es menor de esta edad.

Gracias a este censo podemos saber que de cada 100 personas de 12 años o más, 40 están casadas y 14 viven en unión libre. Al igual que de cada 100 personas, 83 son de religión católica, una característica que ha distinguido al mexicano por su devoción a la Virgen de Guadalupe.

Por lo anterior, salir a las calles a preguntar ¿cómo es un mexicano? y ¿qué te hace sentir mexicano? es sólo una forma de acercarnos a la visión que los ciudadanos tienen de ellos mismos.

Es una mezcla de polos opuestos en donde podemos escuchar desde aquél que está orgulloso de vivir en este país, hasta aquellos que se dicen mexicanos sólo por el lugar en el que nacieron.

Hay mucha desilusión y descontento, sobre todo por el clima de violencia que estamos viviendo, por el hartazgo y la impotencia, sin embargo también hay esperanza, personas que reconocen en México un país solidario, capaz de unirse para enfrentar las adversidades.

Características positivas, características negativas, pero la mayoría concuerda en que el mexicano es un ser conformista. Basta de tener esta imagen de nosotros, dejemos de hacernos menos y de vernos mal, empecemos a cambiar las ideas negativas y comencemos a ser uno seriamente, no sólo pensando en ser patriotas o en celebrar algún triunfo en el deporte.

Por que ser mexicano no es gritar ¡Viva México!, no es "ponerse la verde" o brindar con tequila. Ser mexicano es recordar nuestras tradiciones, nuestras costumbres pero sobre todo nuestros valores. En estos tiempos difíciles unámonos, cambiando desde casa, con tu familia, con tus amigos, con tus conocidos, contigo mismo... demostremos al mundo y a nosotros mismos que ser mexicano es ser solidario.

 

 

De los usuarios de las líneas aéreas comerciales.

Por: Antero Duks

 

Leyendo asuntos relativos a la aviación, me encontré con un reporte que me hizo gracia y además me hizo recordar algunas anécdotas que me toco ser testigo en mi época activa.  El reporte se centra en las inquietudes de los usuarios de las líneas aéreas comerciales.

Lo normal es pedir un vaso de agua o una mantita para el aire acondicionado. Sin embargo, muchos clientes pierden el sentido de la medida al subirse a un avión. ¿Será el miedo, la falta de oxígeno? La tripulación de Virgin Atlantic Airlines ha recopilado las peticiones más tronchantes con las que han tenido que lidiar a lo largo de toda su carrera.

Más de 3.000 trabajadores de Virgin han decidido irse de la lengua. Algunas parecen inventadas, pero ellos aseguran que son totalmente ciertas.

¿Puede abrir la ventana?

La tripulación reconoce que una de las preguntas más frecuentes es pedir un poco más de aire. Algo del tipo: "¿Puedo abrir la ventana? Hace bastante calor". Otro comentario memorable consiste en quejarse del ruido. "¿Podrían apagar algún motor? El sonido es insoportable", dicen algunos. Según publica el diario The Telegraph, cierta azafata se quedó de piedra cuando uno pasajeros le suplicó que pidiese al capitán que parase las turbulencias. Ojalá fuera tan sencillo…

Pasajeros caprichosos

Los empleados de Virgin también han tenido que lidiar con clientes que piensan que se encuentran en el salón de su casa. Un jefe de cabina se encontró con una mujer que viajaba en el avión con un par de niños. En un momento determinado, la señora quería echarse la siesta y le dijo al personal: "¿Podéis llevar a los críos al cuarto de juegos?"

Peor fue la petición de otro pasajero: "¿Pueden enseñarme donde están las duchas?" o "¿Hay algún McDonalds a bordo?". Otra azafata asegura que tuvo que buscar un ojo de cristal de un cliente por todo el avión y que, en una ocasión, le pidieron un masaje para la muñeca Barbie de un pasajero.

El cliente siempre tiene la razón

La relaciones públicas de Virgin, Caroline Lynam, quiso aclarar en el diario inglés, que la tripulación de su compañía sigue tan servicial como siempre: "Ellos siempre estarán dispuestos a hacer algo extra para que nuestros clientes tengan el mejor trato posible, pero hay algunas peticiones que incluso para nosotros resultan difíciles", aclara.

Cóctel

 

Mora Torres 

 

"El silencia es el ruido más fuerte,
quizá el más fuerte de todos los ruidos"

 

No, no voy a darles la receta de una bebida.

Éste es un cóctel de idiomas, más precisamente uno que bauticé "Cóctel de pequeña caña dulce española" en homenaje a nuestra letra eñe. 
Un homenaje más sentido se lo ofrece Jeremías Díaz en "El idioma español", donde puede leerse: "Ñ: decimoquinta letra del alfabeto español. Su nombre es eñe y sólo se usa en español. La tilde que lleva en la parte superior tiene su origen en la escritura de los copistas medievales, que la emplearon desde el siglo XII como signo escrito sobre una letra y que significaba carácter repetido, es decir, ñ=nn...". Y luego sigue el capítulo "La Ñ en la Internet".

Yo  quise usar precisamente esa letra en el título de esta nota, y su ausencia o escasez en Internet me lo impidió. Tal vez sea posible sacar alguna conclusión al respecto leyendo el trabajo de Díaz. El nombre de mi título era "Con eñe de español y de morriña".

Antes de continuar, y  como, aunque uso la palabra, no conozco muy bien el significado de morriña (más que de habérsela oído repetir a mi padre), abro el diccionario:

Morriña: coloq. Tristeza o melancolía, especialmente la nostalgia de la tierra natal (Diccionario de la Real  Academia Española).

Cierro el diccionario y recuerdo con morriña la antigua sonoridad de ciertos escritores y oradores leídos y escuchados.

Sé muy bien, como reza la cita de Valenzuela que encabeza "Spanglish: un cóctel lingüístico", que "la pureza lingüística no existe. Todas las lenguas se influyen entre sí y todas las lenguas cambian constantemente...".

Pero pretendo para mi idioma -aun dentro de ese sensato relativismo- un alto puesto. No es tan sencillo como que no se puede olvidar que en español escribieron sus versos Lope, Quevedo, Vallejo, Borges, porque del mismo modo puede hablarse homenajeando al quechua, el elaborado idioma que habló un pueblo tan importante como el de los incas, y sobre el cual convendría leer "Dialectos en el Perú. Dialectos en la serranía".

El español ahora -y después de todo lo remoto y excelso, como El Quijote y el Siglo de Oro- conserva su singular encanto y, a la vez, ha actualizado su practicidad.

Dejando toda nostalgia de lado, revuelvo mi carpeta de recortes periodísticos y encuentro que hace unos meses se  realizó en Cartagena de Indias, Colombia, el Congreso Internacional de la Lengua Española.

Allí Antonio Skármeta (autor entre otras cosas del libro de la película El cartero, sobre la vida de Neruda) expresó varias preocupaciones referentes a nuestro idioma. Habló fundamentalmente de "el español que no  se habla", que, según su definición, es el de "aquellos que están más cerca del silencio que de las palabras", no por decisión propia sino por debilidades y carencias del sistema educativo e influencia dañina de los medios. Lo cual implica según él (y nosotros junto a él) una "indefensión cultural y una reducción del mundo". Dijo respecto a su país de origen que Chile sufre una "pavorosa reducción del español". Tal vez no se atrevió a incluir a otros países latinoamericanos, pero que la sufrimos es muy cierto para casi todos.

En la misma oportunidad, sin embargo, se lo vio eufórico al colombiano Juan Gossaín. En China estaba a punto de aparecer (ignoro si finalmente apareció o si sigue "estando por aparecer") un diario en español. Aparte, 48 millones de personas en el planeta están aprendiéndolo; y Es tados Unidos es la quinta nación en número de hablantes. Todas estas afirmaciones fueron hechas por Gossaín en su disertación sobre "El español, lengua de comunicación universal". (Para acompañar su optimismo, empezamos leyendo "Origen del Español", y de allí partimos hacia "Historia de la Lengua Española".)

En esta misma  sesión del por mí recordado, o recuperado, Congreso, Enrique Durand, de la CNN, aseveró que la nuestra es una lengua "vigorosa, cambiante y viva" y "vehículo por excelencia para la expansión de los medios de comunicación". Manfredo Kempff, académico boliviano, se sumó a las preocupaciones de Skármeta y puso en alerta sobre los cuidados que deben tenerse, ya que al ser una lengua universal corre los "riesgos de la d iversidad" y "existen factores que atentan contra él desde adentro". (En este caso, nos consolamos leyendo "Cervantes y la lengua española".)

Al rato van a decir que siempre si es plana

 

Por: Antero Duks

 

El satélite GOCE de la Agencia Espacial Europea (ESA) logró obtener el modelo más preciso visto hasta ahora del campo gravitatorio de la Tierra, que se parece más a una patata que a una esfera con los polos aplanados.

Así lo dijeron expertos en observación de la Tierra reunidos en la Universidad Politécnica de Múnich (sur de Alemania) para presentar los primeros resultados del satélite europeo GOCE (acrónimo en inglés de Explorador de la Circulación Oceánica y de la Gravedad) .

El satélite de la ESA ha tomado en dos años todas las medidas necesarias para trazar la superficie del geoide de referencia de la Tierra.

El geoide, que es la forma que tendría un océano imaginario que cubriese todo el planeta sin tener en cuenta corrientes o mareas, es una superficie de referencia fundamental para medir con precisión la circulación oceánica, los cambios del nivel del de Marzo o la dinámica del hielo.

Estos tres fenómenos están afectados por el cambio climático, al que se pueden aplicar los resultados obtenidos por el satélite.

El nuevo modelo del geoide ilustra que hay importantes diferencias en la gravedad en diversos puntos del planeta.

El punto de menor gravedad de la Tierra se sitúa en el Sur de India.

La región de América del Norte tiene un campo gravitatorio bajo, lo que en la nueva imagen del geoide distribuida por la ESA se representa con el color azul.

Sin embargo, el color amarillo representa las zonas de mayor gravedad, por ejemplo la región de España y parte del norte de Europa.

La parte occidental de América del Sur, la región correspondiente a la cordillera de los Andes, y Australia también tienen una gravedad alta.

Los datos también muestran cómo se mueven los océanos y cómo se distribuye el calor del Sol por el planeta.

Los científicos  descubrieron también con el satélite GOCE que las corrientes del Atlántico Norte tienen una importancia crucial en regular el clima de la Tierra y que las corrientes de la superficie de los océanos pueden dispersar polución a grandes distancias.

Según destacaron los científicos, es prácticamente seguro que el terremoto de 9 grados en la escala de Richter que sacudió a Japón el pasado 11 de marzo modificó la forma de los océanos debido a su fuerte intensidad.

Roland Pail, experto de la Universidad Politécnica de Múnich, dio por seguro que el terremoto de Japón ha influido en la forma de la Tierra ya que fue "un movimiento masivo".

Pail explicó que el satélite GOCE pasó por la zona del terremoto un día después de la catástrofe, por lo que los datos y las imágenes recopiladas mostrarán "con seguridad" una modificación en la forma del geoide al compararla con la información anterior.

"Los datos de gravedad obtenidos por GOCE están ayudando a desarrollar un modelo mejorado de los procesos que dan lugar a terremotos como el que recientemente devastó el noreste de Japón", según la ESA.

El terremoto del 11 de marzo fue causado por el movimiento de las placas tectónicas en el fondeo del océano, lo que hace imposible observarlas directamente desde el espacio.

Sin embargo, la ESA añade que "los terremotos dejan una huella visible en las mediciones del campo gravitatorio, que pueden ser utilizadas para comprender mejor los procesos que dan lugar a este tipo de catástrofes naturales y quizás algún día ser capaces de predecirlas".

GOCE fue lanzado el 17 de marzo de 2009 desde el cosmódromo ruso de Plesetk y es el primero de una serie de satélites de exploración de la Tierra.

La nueva generación de receptores del sistema global de navegación por satélite GPS utilizarán los datos de GOCE, así como los nuevos modelos para determinar la altitud, por ejemplo, dijo el director de los programas de observación de la Tierra de la ESA, Volker Liebig.

Además, los resultados de GOCE, misión que ha costado 350 millones de euros, permitirán entender mejor la importancia climática del océano.

El pasado 2 de marzo GOCE completó doce meses de estudio del campo gravitatorio de la Tierra.

La ESA decidió en noviembre del pasado año prolongar la misión hasta finales de 2012 debido al buen estado del satélite y la calidad de sus datos.

Más información:

Leer artículo original en ESA